El espíritu perdido de Casa Labra

Leo en Cádizdirecto las declaraciones de Fran González, en las que dice que para velar por los intereses de todos los gaditanos, se van a votar a sí mismos en el Pleno de Investidura, y no doy crédito, pero lo confirmo leyendo Diario de Cádiz. 

No sé si el candidato del PSOE es consciente de lo que dice; no sé si sus palabras son consecuencia de la obediencia debida a quienes mandan y pagan; no sé si es capaz de entender el cinismo que se desprende de su mensaje, no sé si es que no da más de sí..., pero decir que para velar por los intereses de los gaditanos el PSOE va a dejar que el PP siga gobernando Cádiz, que siga despilfarrando dinero en propaganda, que siga dirigiendo la ciudad en función de sus intereses clientelares..., es uno de los mayores ejercicios de hipocresía y cobardía política que he conocido desde que se restableció el sistema de partidos en España, tras la muerte de Franco. Y he recordado estas palabras:

"Por mucho que valgan las ideas, no pueden prosperar en el grado que deben si sus sostenedores, y principalmente los que ocupan las primeras filas, no son enteros, serios y morales. No sólo hacen adeptos los partidos con sus doctrinas, sino con buenos ejemplos y la recta conducta de sus hombres”.

Las palabras que anteceden son de Pablo Iglesias Posse. No sé si Fran González y la ejecutiva socialista saben quien era, pero en 1879, en la madrileña taberna Casa Labra, fundó un partido socialista.