Fue una simpática idea de la Delegación Municipal de Enseñanza, que entonces gestionaba Josefina Junquera. Con el álbum de cromos -en total 70- se quería acercar la historia de Cádiz a los niños a través de fotos de los monumentos más representativos de la historia de la ciudad, ordenados por etapas cronológicas. Los niños debían comprar los sobres, a cinco pesetas, ir reuniendo las "estampitas", cambiar con los compañeros las repetidas, y pegarlas en el álbum que, si no recuerdo mal, se entregó gratis.
Las fotografías eran de Begoña Lombardía y los miembros de la Tertulia Fotográfica Balaustrada, que hicieron un buen número de fotos, todas de muy buena calidad, de las que tuvimos que seleccionar, en reuniones conjuntas, las 70 que integraron finalmente el álbum.
Mi trabajo consistió en redactar todos los textos del álbum, pero finalmente en la autoría figuró, junto con mi nombre un "Equipo técnico del Ayuntamiento de Cádiz".
Cuando estábamos trabajando el álbum hubo diferencia de criterios con el cromo 70 y último, que recogía una muy buena foto del paseo marítimo, entonces, recién inaugurado. Yo dije que el paseo marítimo no era un monumento, por lo que no debería figurar en el álbum; como se impuso el criterio político, me negué a redactar el texto para dicho cromo, por lo que lo redactaron en la propia delegación de Enseñanza.
Con la perspectiva de los años, seguramente me equivoqué, pero fue el único texto del álbum -aparte del institucional firmado por Carlos Díaz como alcalde y la poesía de Lope de Vega que escogí como texto introductorio- que no redacté.
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