Como a Fernando Quiñones y como a tantos gaditanos, no me gusta la torre del CENTI, me parece la típica obra innecesaria de un arquitecto que quiere dejar huella, y lo logra, inventándose un supuesto homenaje a las torres miradores de Cádiz, que ni puñetera falta les hacía el homenaje.
Pero hace unos días subí a la torre, y esto es parte de lo que vi:
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