El legado del Doce

Buen trabajo de José Antonio Hidalgo, hoy en Diario de Cádiz, sobre el legado del Doce. Hidalgo ha demostrado siempre una especial sensibilidad sobre lo que podría haber sido el Bicentenario para Cádiz, y no es la primera vez que comenta -denuncia- el fracaso que ha supuesto la conmemoración, frente a las expectativas levantadas.

Y tampoco en la primera vez que escribe sobre la incomprensión, y el rechazo visceral de unos pocos, a lo que era un buen proyecto: un gran centro de estudio e interpretación de la Constitución de 1812 y el constitucionalismo iberoamericano, incluyendo un observatorio de la democracia y las libertades en el mundo actual. No solo se opuso un AMPA y un sector intransigente de la iglesia gaditana, también en su momento el Ayuntamiento consideró una ingerencia la propuesta proveniente de la Junta de Andalucía, que afectaba al museo municipal de las Cortes.

Colaboré en la redacción de varios borradores sobre ese hipotético centro de estudios, que pareció iba a cuajar, finalmente, con Luis Pizarro como presidente del Consorcio, pero tras el cese político -por razones partidistas del PSOE- de Gabriel Almagro y la dimisión de Pizarro, los que les sustituyeron se olvidaron del proyecto y de todo lo que tuviera que ver con la Fundación o el centro de estudios constitucionales.

En lo que no comparto, al cien por cien, lo que escribe Hidalgo es en lo de las digitalizaciones, proyecto que seguí muy de cerca. Es cierto que se digitalizaron algunos documentos sin control de documentalistas (incluyendo una colección de documentos privados de una ciudad castellano-manchega, en los que puso peculiar y extraño empeño una asesora del Consorcio, pese a que se le dijo que buena parte de esos documentos estaban en otros centros públicos y muchos ya digitalizados), pero gran parte de las digitalizaciones las hizo una empresa gaditana, clasificando correctamente los documentos; incluso con Pizarro, se solicitó documentación -y se recibió bastante- de todos los municipios andaluces.

Lo que parece un misterio es localizar todos esos documentos digitalizados, aunque una parte estaba en los ordenadores del Consorcio, y lo de los municipios andaluces en ordenadores de la Delegación de Gobernación de la Junta de Andalucía en Cádiz.