Veo bien que se programe, como otros años, la entrega de constituciones de 1812 y 1978 a niños, las presentaciones de libros, tanto relacionados con la época de las Cortes, como los que recogen textos premiados en los concursos Cortes de Cádiz, las exposiciones de temas culturales iberoamericanos, los recitales poéticos y encuentros literarios, incluyendo los talleres para niños, la entrega de distinciones Eduardo Benot y Emilio Castelar, la charla de Luis Von Ahn, la conferencia de Antonio Garrigues -aunque, personalmente, me interesa menos-, los actos institucionales del 19 de marzo y del Tribunal Constitucional, y la conferencia de la embajadora de México en España, Roberta Lajous, aunque me parece innecesario que intenten presentarla como autora de varios libros relacionados con 1812, cuando es una experta en historia de las relaciones internacionales de México.
Pero lo que no entiendo es que incluyan en el programa el homenaje y la exposición sobre Blas de Lezo, no es que piense que el personaje no se lo merece, lo que pienso es que, para colocar en un programa relacionado con 1812 una exposición sobre un marino muerto en 1741, hay que utilizar un calzador gigantesco.
Y, que conste, que tengo mucho interés y ganas de ver la exposición.
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