¿Ruta de los cargadores de Indias?

La idea de establecer rutas turísticas por la ciudad es acertada. Cabe recordar el libro Cádiz, estela de Historia (1989), en el que Juan Ramón Cirici, de forma sintética y didáctica, sin perder rigor, proponía paseos histórico-artísticos por Cádiz.

Posteriormente, a través de la delegación de Turismo del Ayuntamiento de Cádiz, se han propuesto rutas temáticas, lo que no sería mala idea si no se cometieran errores y no fueran tan imprecisas y confusas como, por ejemplo, la "Ruta de los cargadores de Indias".

Por lo que parece, su incio se situa en la esquina del Palacio de Congresos, la antigua fábrica de Tabacos, en la Cuesta de las Calesas, un edificio de finales del siglo XIX. Allí uno de esos hitos de dudosa estética -quieren aparentar, aunque apenas se note, torres miradores- tiene un texto de difícil comprensión: "La burguesía mercantil gaditana contribuyó con sus empresas constructivas a definir la fisonomía de la ciudad".

 ¿Empresas constructivas? Hay que entender que los comerciantes gaditanos tenían empresas de construcción, lo que no parece constatado documentalmente, pero el texto añade que la fecha fundamental es 1717, cuando el monopolio del comercio con América pasó de Sevilla a Cádiz, y a partir de entonces, los comerciantes "aportaron a la expansión urbana la construcción de confortables viviendas y levantaron capillas funerarias", además de sufragar obras de iglesias y conventos.

Aunque las ideas no están muy claras, a partir de ahí, cualquiera que se planteara seguir la ruta pensaría que iba a realizar un recorrido por obras, civiles y religiosas, del siglo XVIII (no hay que olvidar que la fecha clave es 1717), para admirar "confortables viviendas" y "capillas funerarias", construidas por ilustrados comerciantes en la centuria dieciochesca.

Pero la realidad es que la ruta propone un recorrido que, mayoritariamente, presenta construcciones del siglo XVII, incluso del XVI, como la Casa Sopranis, Convento de Santo Domingo, Casa del Almirante, Iglesia del Rosario, Convento de San Francisco..., o del siglo XIX, como las plazas de Mina o de las Flores. Y de las cuatro imágenes que ilustran el hito turístico, dos son de construcciones modelo del siglo XIX, una de ellas emblemática reforma de un edificio dieciochesco y la otra, la Casa de Agustín Blázquez, de la segunda mitad de la centuria decimonónica.

Es difícil entender cómo los responsables de Turismo del Ayuntamiento gaditano han permitido la colocación de hitos como éste, cargados de información imprecisa, cuando no errónea.