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viernes, 2 de agosto de 2013

Peligro, Salón de Plenos inseguro

La alcaldesa de Cádiz, al parecer visiblemente molesta -no le gusta que le lleven la contraria, y el ministro Montoro y el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, no sólo le llevan la contraria, la ningunean con lo de la Zona Franca sevillana, pasan olímpicamente de ella-, responde sobre el cambio de aforo del Salón de Plenos, que ha pasado de una capacidad para 174 personas, a 125. Y lo explica por "razones de seguridad", aclarando que "las vigas son de madera", de lo que se deduce que la reducción del aforo se debe a que no es conveniente que haya tanta gente en el Salón de Plenos, que no haya tanto peso, no se vaya a hundir el suelo.  

Está bien. Se agradece que Teófila Martínez se preocupe por la seguridad de los gaditanos.

Pero lo que sorprende es que, siendo aparejadora de profesión, haya tardado 18 años en darse cuenta de que el aforo era excesivo, es decir, han estado 18 años poniendo en peligro la seguridad, incluso la vida, de los asistentes al Salón de Plenos, 18 años en los que podía haber ocurrido un accidente...

Pero al fin se han dado cuenta del peligro existente. Que se hayan percatado cuando la gente de Cádiz pide la palabra para expresar sus quejas, su descontento, para pedir que les dejen tener dignidad, es pura coincidencia, no hay que ser mal pensados, pura coincidencia.

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