Los últimos
Plenos del Ayuntamiento de Cádiz han terminado con protestas de un buen número
de asistentes, y momentos de tensión sufridos por el equipo de gobierno ante el
tenor y el cariz que en algunos momentos cobraron las quejas de los ciudadanos,
casi siempre relacionadas con problemas de vivienda y del paro que padece la
ciudad. Hace un par de plenos Lorenzo, un ciudadano conocido por su activismo,
pidió la palabra y habló de espaldas a los concejales. No me parece bien. Entiendo
y comparto la esencia de su mensaje, pero creo que se equivoca en las formas, ya
que si se utiliza una norma para hablar en el Pleno hay que regirse por la
norma y dirigirse a los concejales, al igual que estos se deben respeto mutuo y
a los ciudadanos.
El pasado lunes, al final del
Pleno ordinario, se vivieron momentos de gran tensión, generada casi desde el
principio cuando se constató que, al parecer, faltaban unas treinta sillas en
el salón y el número de acreditaciones de asistencia también se había
restringido. Eso no evitó que decenas de ciudadanos acudieran al pleno y que, cuando se ordenó retirar la palabra y, al
parecer, el megáfono que usaba Lorenzo, mientras que la alcaldesa y el equipo
de gobierno abandonaban el salón, se organizara una trifulca, al grito de “esta
es la casa del pueblo”, en la que tuvo que intervenir la Policía Local
mediando, intentando calmar los ánimos y escoltando a Martínez y sus concejales,
mientras que arreciaban gritos como "esto es una dictadura" o
"si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra".
La polémica no acabó ahí, puesto que las redes sociales se encendieron
cuando, al día siguiente, se comprobó que lo ocurrido no era noticia en todos
los medios impresos de la ciudad, mientras que medios nacionales si recogían lo
ocurrido, al igual que un vídeo colgado en Youtube. Si hay que respetar la
política editorial de todos y cada uno de los medios, que deciden qué es
noticia y qué quieren publicar, es cierto que sorprende que la crónica de un
Pleno no recoja lo acontecido al final, aunque hay que convenir que el silencio
no fue absoluto. Durante casi cien minutos, en la versión digital de este
periódico, se pudo leer una breve nota que incluía una foto en la que aparece un
ciudadano que, con cuerdas en las manos y esparadrapo en la boca, sostiene una
cartulina que decía: “Teófila así quieres ver a la ciudad de
Cádiz atada y amordazada”, un mensaje duro, pero que refleja un estado de
opinión, aunque no sea compartido por todos.
Cuando la opinión se da en las páginas de información y la información en las de opinión, algo está funcionando mal. Y cuando, además, el periódico no ofrece su versión de los hechos -con los matices que fueren- sino que hace un silencio, ese silencio suena tanto como el eco de romper una a una todas las piezas de la vajilla de porcelana, que es el patrimonio y el honor del padre, del abuelo, del fundador, del MÁS TUYO IMPOSIBLE. Disculpas por el uso de mayúsculas esta vez, cuestión de visibilidad.
ResponderEliminarSalud y ánimo, al autor y a la plantilla del Diario, excepto al equivocado.
No entiendo que no se haya publicado en "Diario de Cádiz". Lo lógico hubiera sido que hubieran respetado la opinión del autor, que no hace sino reflejar una realidad silenciada y que en el editorial hubieran expresado la opinión del periódico, pero claro eso era darle más publicidad. Pues aquí está.
ResponderEliminarno entiendo como sigues publicando en el diario si te censuran articulos, hay que tener dignidad
ResponderEliminarGracias por el consejo, anónimo, bueno, no tan anónimo.
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