Si nunca el anuncio, lema, eslogan, o como quieran denominarlo, "hacienda somos todos", fue del todo cierto, después del "error" de las "absurdas" y, al parecer comprobadas, ventas de falsas propiedades de la Infanta, hay que convenir que la frasecita ha quedado ya para poco menos que una anécdota en clase de publicidad.
Lo que es cierto es que si, con cualquier ciudadanito de a pie, se produce ese error, nadie hubiera apostado un céntimo por su inocencia, Ni el Ilustrísimo, supongo, Colegio de Notarios de España, ni el no menos Iludtrísimo, también supongo, Colegio de Registradores, hubieran acometido una investigación voluntaria, y gratuita, sobre la certeza o certidumbre de sus presuntas ventas y enriquecimiento.
Ni "hacienda somos todos" hubiera aclarado que se trataba de un "error" con el número del DNI. Cualquier ciudadano de a pie, que no se apellide Borbón, estaría, durante semanas y/o meses, intentando aclarar a un funcionario de Hacienda que esas propiedades no eran suyas. Pero, es evidente, no todos somos de la familia Borbón.
Pero completando perogrulladas: Ellos pagan a Hacienda "como uno más". Y así, todo lo que hacen, como uno más. Un "como" de lo más elástico.
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