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domingo, 9 de junio de 2013

Manos por el futuro


4 comentarios:

  1. Sinceramente, yo no creo que un futuro esperanzador tenga que pasar inevitablemente por la República. Al final, elegir entre sobre monarquía o república me parece tan anecdótico como elegir en una pastelería una tarta por el color de la guinda, roja o verde, ya que lo que da verdadera naturaleza a la tarta esw su relleno.
    No creo que la institución de la monarquía ni la figura de este rey estén en el origen de nuestros problemas. Ojalá fuera todo tan simple y, por tanto, tan sencilla la solución.
    Cuando una tarta está mala, lo que falla es el relleno, la masa, no el color de la guinda. Un futuro esperanzador para todos nosotros pasa inevitablemente por una mejor educación familiar y formación académica, mayor conciencia cívica, sentido del rigor, responsabilidad ante lo público etc, osea un cambio cultural, un cambio profundo en nuestra forma de pensar y de vivir.
    El rey y la Familia Real no son el origen de la corrupción, la ineficacia y el amiguismo que nos azotan. Tal vez pueden ser, como tantos otros cargos de nuestra vida pública, un simpe reflejo (tan solo uno más) de la mentalidad de corrupción, ineficacia y amiguismo enraizada entre los españoles. Aquí cada uno "hace lo que puede" a su nivel.
    Enarbolar la bandera republicana como esperanzadora medicación para nuestros males es, según mi parecer, propio de ingenuos o de quienes malintencionadamente quieren confundir al personal con un análisis maniqueo del que todos, menos los que habitan en La Zarzuela, salimos sin culpa ni responsabilidad de todo lo que está pasando.
    ¿O es que Italia y Grecia no son una Repúlica?

    Carlos Aranda.

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  2. De acuerdo con el fondo, Carlos, pero prefiero una institución electiva, antes que hereditaria.

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  3. Puedo comprender que prefieras una institución electiva, antes que hereditaria, Alberto. En sentido estricto, parece lo más democrático.
    De todas formas, convendrás conmigo en que mantener un Jefatura de Estado no electiva solo sería preocupante si además fuera soberana, que no es el caso. Por tanto ¿no te parece que hay muchos, más urgentes y graves problemas a los que dedicar el esfuerzo de todos?
    A mí esta polémica sobre/contra un monarca sin poderes me parece intrascendente y sólo puede servir para desunirnos ahora que más necesitamos estar unidos.
    Puesto a elegir, creo que a mí también me podrían gustar más las guindas rojas (el color verde nunca me ha atraído en casi ninguno de sus tonos), pero ante el expositor de una pastelería nunca me planteo esa cuestión. Yo, creo que igual que tu, prefiero interesarme por el relleno de la tarta. Y en esto de los regímenes políticos únicamente hay dos tipos de tarta, las rellenas de democracia (con saborcito a libertad) y aquellas otras rellenas de dictadura (con sabor a represión).
    Pero, perdona, no pienses que pretendo darte una clase de nada. No olvido tu currículum ni el mío, dónde estás y donde estoy. Es que creo que a veces vemos problemas donde no los hay realmente (creo).

    Carlos Aranda

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  4. Carlos, en una opinión no hay currículos, hay reflexión, expresión de lo que cada uno piensa y, debe existir, respeto, y como en tu opinión hay todo eso, me parece correcto lo que dices.
    Te podría decir que puse la foto como una broma y, quizás, una mínima provocación, pero considero que si bien Juan Carlos I ha hecho buen papel, ahora, si quieres por amor paternal, ha perdido posiciones y no sólo por las cacerías y otras menudencias.
    Y estoy convencido que una república, democrática y honesta, es mejor que una monarquía como la que tenemos, y no sólo por la figura del Rey, por el sistema en sí mismo, por la elección del jefe del estado, por la cercanía de la imagen institucional... Lo hablamos.

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