Doce más
uno, Trece. Empezó el Trece y parece que desde el primer momento quiere dejar
claro que el Bicentenario ha terminado, finiquitado, que está liquidado.
Al contrario de lo que ocurrió el
1 de enero de 1813, día en el que el Oratorio de San Felipe Neri abrió para que
los diputados en Cortes continuaran con su labor reformista, con su trabajo
habitual, el año 2013 ha
comenzado con el cierre del Oratorio, y la pérdida de valor del Centro de
Interpretación de la Constitución de 1812 que, si en sus contenidos específicos
tiene bastantes imprecisiones y errores clamorosos, su mejor valor era la
proyección en la cúpula de la iglesia de San Felipe. Y lo malo es que el
cierre, aunque dicen que temporal, no tiene perspectivas de cambiar, pues si la
Iglesia gaditana sabía, desde que firmó el convenio de restauración con la
Junta de Andalucía, que en el año 2013 recuperaba plenamente el dominio del
Oratorio, y aun así no ha tenido tiempo para pensar qué uso darle, no parece
verosímil que lo haga de inmediato.
Esta situación hace recordar,
inevitablemente, la polémica surgida, desde el año 2006, sobre la creación de
un gran centro de interpretación e investigación en el conjunto formado por el
Museo de las Cortes, el Oratorio y el Colegio Público San Felipe, que contaba
con un buen proyecto, el denominado Memorial de las Libertades. Recuerdo la
conversación en el despacho de Manuel Brenes, entonces delegado de Educación de
la Junta, cuando me mostró el expediente que tenía preparado para la
transferencia del Colegio. Como recuerdo la movilización de unos centenares de
católicos contrarios al uso civil del Oratorio. Y no olvido la reacción
municipal quejándose de que Manuel Chaves hablara de la ampliación del Museo de
las Cortes, sin pedir permiso a la alcaldesa. Se perdió una gran oportunidad
por falta generosidad ciudadana, por la nula visión política de futuro de
muchos políticos locales y por las vacilantes y timoratas actitudes del propio
presidente de la Junta y el obispado gaditano, cuando empezó una polémica que
tenía bastante menos respaldo popular del que aparentaba.
Al final, da la impresión de que del Doce solo quedará el recuerdo de
unos días de fiesta, de bastantes congresos de todo tipo y de desfiles de políticos,
nacionales e internacionales, por la ciudad. Así no puede extrañar que en la
encuesta que publica Diario de Cádiz para que los lectores valoren el
Bicentenario, el 34% lo califiquen como muy deficiente y un 26% con suspenso.Publicado en Diario de Cádiz, 5 de enero de 2013.
También se puede hablar de que con el presupuesto de la Junta de Andalucía se ha llevado a cabo una costosa restauración por valor de muchos millones de euros, a cambio de 9 meses de apertura al público.
ResponderEliminarYo tenía entendido que cuando se restaura un bien cultural, la parte pública financiadora establecía un convenio o acuerdo por el cual la parte propietaria se comprometía a abrirlo al público o a habilitar unas horas diarias para consultar un archivo, si es el caso.
Pero no lo es, y no sé si pensar que se ha pagado el alquiler más caro de la historia de Cádiz por un periodo no renovable o si estamos ante el resarcimiento de la Desamortización de la que se cumplen ya unos cuantos años.
Finalmente y al estar fuera de la organización y participación directa, hubiera agradecido que se hubiera hecho publicidad del hecho en términos como éste: "Podrá asistir hasta fin de año. El dos de enero se cierra esto". Algo que no ocurre en ningún museo ni centro cultural del mundo.
Espero que alguien envíe una nota a los operadores turisticos y a quienes redactan las guías explicando que se encuentra abierto las 24 horas del día para leer las placas conmemorativas del exterior, pero que el interior no hay seguridad de que se vuelva a visitar hasta el 2062 o 2112.