Y, de errores, dos ejemplos. Se informa
erróneamente que hubo dos "ediciones príncipes" de la Constitución de
1812, cuando es bien conocido que las Cortes, en sesión secreta
celebrada el 10 de marzo de 1812, ordenaron publicar tres primeras
ediciones en formatos distintos, una en letra parangona y tamaño folio,
otra en cuarto y letra atanasia y la tercera en letra glosilla y tamaño
dozavo. Y así se hizo. Pero lo más sorprendente es que han convertido en
diputado de las Cortes de Cádiz al famoso obispo de Orense, Pedro de
Quevedo y Quintano, precisamente al presidente de la Regencia que se
negó a reconocer la soberanía de las Cortes cuando se constituyeron el
24 de septiembre de 1810, al obispo que el 3 de octubre mandó una
protesta contra las Cortes, por lo que se ordenó formarle causa, al
prelado que protestó contra la Constitución, que defendió la permanencia
de la Inquisición…, al religioso que las Cortes, el 17 de agosto de
1812, declararon "indigno de la consideración de español", ordenándole
abandonar el territorio nacional, por lo que pasó a residir en Portugal
hasta la anulación de la Constitución. En 1814 Fernando VII lo premió
con la gran cruz de Carlos III.
Al lado de esto, que confundan
el apellido del escultor del monumento -es Marinas, no Mariñas-, que en
la proyección en la cúpula del Oratorio -lo mejor sin dudas- se
incluyan mujeres entre el público de las Cortes, o que los ordenadores
se bloqueen y no funcionen bien, casi no tiene importancia.Publicado en Diario de Cádiz, 1 de septiembre de 2012
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