Dando un paseo por Berlín, me sorprendieron algunas imágenes, como el vendedor de salchichas con puesto ambulante adosado al cuerpo, cerca de Alexander pl.
o el "soldado prusiano", que en Unter den Linden, cuando pasábamos por su lado, tocaba en su viejo organillo "Valencia",
o ver, en el puente que lleva a la isla de los museos, trileros rodeados de incautos jugadores, que caían en la trampa gracias a la ayuda del compinche habitual. Y creía uno que eso sólo pasaba en el sur..., ¡nunca lo hubiera pensado en la culta, rica y próspera Alemania!
Puede que los de las fotos segunda y tercera, sean españoles con un doctorado en Ingeniería, que completan su magro sueldo con un minijob para turistas. El de "Valencia" casi seguro.
ResponderEliminarEn todas partes cuecen habas, unos cardan la lana y otros crían la fama. Y no por mucho madrugar amanece más temprano.