Mi amigo Joaquín Z lleva tiempo indignado con las imágenes que se publican en las cajetillas de tabaco. Son, ciertamente, imágenes muy desagradables, de pulmones destrozados, dentaduras perdidas y ennegrecidas, que tratan de ser mensajes más contundentes que aquellos escritos que anunciaban que el tabaco rebaja el apetito sexual, que produce cáncer o que sencillamente, mata.
Ahora un juez americano servirá de consuelo y apoyo a Joaquín. El juez Richard Leon asegura en un auto que estas ilustraciones atentan contra el derecho fundamental de la libertad de expresión: “El Gobierno de Estados Unidos ha cometido una expropiación ilícita de los espacios publicitarios en los que los empresarios anuncian sus marcas”, por ello el juez prohibe las fotos de los daños del tabaco en los paquetes. Puedes verlo aquí.
Lo razonable del truculento etiquetado,lo vemos si pensamos en otros "alimentos" potencialmente causantes de problemas para la salud. ¿Qué pasaría si llevasen etiquetas con fotos de los daños que causan, las margarinas, la ginebra en altas dosis, la bollería industrial,los embutidos, el pez espada o el atún? Impensable. Aunque se trata de alimentos que normalmente no producen dependencia.
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