Llegó el 19 de marzo de 2012, ese día tan esperado y las sensaciones finales son contradictorias. Se había puesto mucha ilusión y entiendo que algunos se hayan molestado. Las medidas de seguridad, aunque normales, parecieron excesivas. Había cortes de calle incomprensibles. Por ejemplo, que desde Cánovas del Castillo no se pudiera pasar hacia San José a las 10 de la mañana, y que si se pudiera pasear por la calle Ancha.
Al Oratorio de San Felipe pudieron acceder pocos gaditanos. Calculo que casi el 75% de los asistentes no eran de la ciudad, ni siquiera de la provincia. El acto me pareció frío. Tuvo nivel de estado: jefe del estado, jefe del gobierno, presidentes de las cámaras parlamentrias, de la Junta de Andalucía, todos los ministros menos, precisamente, el de la provincia que estaba de Consejo en Bruselas -gajes del oficio-, diputados, senadores, diputados andaluces, iglesia, judicatura, cargos oficiales, representantes de empresas..., pero un ambiente frío, poco acogedor.
Discursos planos, de escaso contenido; en mi opinión, posiblemente, el mejor el de Jesús Posada, Presidente del Congreso; el del Pío García Escudero, Presidente del Senado, ya lo he dicho antes, falto de estilo, de educación; el de Rajoy plano, muy plano y no sé la razón por la que algunos se sorprendieron de algunos comentarios que trataban de enlazar, torpemente, las reformas de Cádiz con los recortes del PP: estuvo en la clave electoral en la que normalmente habla, cierto que no era el momento, pero tampoco hay que pedirles peras al olmo, lo que la naturaleza no da...; el del Rey en la línea habitual de los discursos de la monarquía, sin compromiso, pero aparente. El aplauso final, excesivamente prolongado, sonó a despedida, pero no es la primera vez y creo que a Juan Carlos I le queda un rato.
Despues la recepción en Diputación donde se unieron muchos representantes de la "sociedad gaditana" que no pudieron acceder al Oratorio. Catering de El Faro, bien, en su estilo habitual. Aquí el Rey dando de sí lo más le favorece, cierta naturalidad, saber compartir el momento con una copa en la mano y sin desdeñar un bocado. Lo más llamativo el afán de algunos por aparecer en fotos, muchas fotos y codazos.
Un detalle. En un momento determinado el Rey le preguntaba a Jesús Posada algo, llamaron a Teófila y la alcaldesa fue a buscar a Alfredo Pérez Rubalcaba, al que el Rey abrazó e hizo un aparte con él. Teófila y Posada fueron discretos, aunque imagino que, como cualquiera hubiera hecho, aguzaron el oído. Después el paseo de salida de la Reina saludando: más codazos y búsqueda de fotos.
En la calle poca chicha. no se puede negar la voluntad de los voluntarios y figurantes, pero el paseo es reiterativo y dice poco. Y como, por otra parte, había poca oferta, lo poco que había con colas. Al menos la hostelería ha tenido un empujoncito que no viene mal.
Por la noche, lo mejor: el espectáculo formidable de Sara Baras. Buen guión, buen vestuario de Torres y Cosano, grandes artistas, fantástica Sara Baras. En el espectáculo, creo, sobran las palabras escritas y recitadas por la propia Sara Baras sobre "la Pepa", innecesarias, sin mensaje y muy tópicas. Pero, repito, posiblemente, lo mejor del día.
Todo eso que dices es verdad. Pero aún asi, estar en el Oratorio el 19 de Marzo de 2012, con el Rey, el Presidente del Gobierno de España, etc, etc. Eso si que es historia de Cádiz. Que maravilla
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