Páginas

lunes, 20 de febrero de 2012

Las mesas en las que se firmó la Constitución de 1812

Muy interesante el artículo de Pedro Ingelmo, en Diario de Cádiz de ayer, 19 de febrero de 2011, titulado "El menú del Palace tiene 200 años". Creo que es muy importante que lo que empezó como una investigación con fines didácticos, se convierta en otra forma de promoción del Bicentenario. Me alegro por quienes, no hace muchas semanas, creyeron que su programa de trabajo se podía ver truncado con el cierre de la Oficina del Bicentenario de la Diputación y, sobre todo, me alegra que el trabajo de Manolo Ruiz Torres, Carlos Goicoechea y Mercedes López, con el apoyo permanente de Miguel Sancha, se vea reconocido por un establecimiento del prestigio internacional del Palace, incluyendo el éxito del libro -también criticado por ser supuestamente muy costoso- Las recetas gaditanas del Doce.
Por otra parte, me sorprende que al final del artículo de Pedro Ingelmo, sin dudas recogiendo una información proporcionada por la responsable del proyecto del propio hotel Palace, se vuelva a aludir a una mesa de caoba que está en un hotel de Málaga, sobre la "que se sospecha que pudo ser aquella en la que se firmó la Constitución". 
Lo de las mesas en las que se firmó la Constitución (así, en plural), se está convirtiendo en un folletín al que se recurre de cuando en cuando. Está la mesa del prelado Acisclo Vera Delgado, que se guarda en el obispado de Cádiz, de la que tradicionalmente se ha dicho que en ella se produjo la firma. Está, en el vestíbulo del Congreso de los Diputados, la que se conoce como "mesa de los secretarios", en la que también desde siempre, se ha dicho que en ella se firmó la Constitución de 1812. Está la mesa que el Ayuntamiento de San Fernando cedió para la exposición del Primer Centenario, que fue devuelta al terminar. Y ya con motivo del Bicentenario apareció la mesa malagueña, que se conserva en un hotel y procede, según lo que se ha dicho, de una donación de Fernando VII al Balneario de Carratraca. 
Pues bien, la que se puede descartar con seguridad es la mesa malagueña. No es este lugar, ni espacio, para realizar un informe completo, pero hay argumentos firmes que sintetizo. El Balneario de aguas termales prácticamente no existía -sí los baños y las aguas- a mediados del siglo XIX, pues quien fuera Jefe Político de la provincia, Antonio Guerola, así lo indica en sus Memorias. También lo dice el Diccionario Madoz. Por otra parte, no encontré ninguna referencia a viajes de Fernando VII a la zona en los archivos del Palacio Real, donde sí encontré otros viajes del rey  a distintos balnearios españoles. También localicé el movimiento de muebles de las Cortes de Cádiz a Madrid, y el de su confiscación en mayo de 1814, cuando los trasladan al Palacio Real. Y, por último, consulté con las hermanas Ordóñez, dos de las mejores expertas en mobliario de Europa, quienes fueron concluyentes: se trata de una mesa española de comedor de hacia 1830.   

2 comentarios:

  1. Creo que el dueño del hotel te va a invitar

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que, cunado fui a ver la mesa, fue muy amable y me invitó a un amontillado.

    ResponderEliminar

Su comentario está pendiente de moderación