Había hablado alguna vez con Alfonso Perales, pero fue hacia 1982, y a través de nuestro común amigo Diego Caro, cuando el trato se hizo más frecuente y vivo. Hablábamos, habitualmente, de Historia y también de política, asuntos sobre los que siempre giraron nuestras conversaciones, que era una forma de charlar sobre la necesidad de profundizar en las relaciones humanas y la vida en general. Y ese fue el tema de nuestra última conversación. Mi relación con Alfonso cuajó en una amistad de la que siempre me sentí y sentiré muy honrado. Historiador vocacional, con una vocación que, creo, solo relegó su pasión por la política -que entendía como una lucha por la mejora social y los derechos de los ciudadanos-, procuraba siempre mantenerse al tanto de la bibliografía y temas de investigación de la Historia Contemporánea de España. Cada vez que le fue posible, asistió a alguna de las actividades de contenido histórico que Diego o yo organizábamos, o a encuentros más o menos informales con historiadores como García Baquero, Domínguez Ortiz, Fusi o Fontana, por quien sentía especial predilección. Siendo Presidente del Consejo Social de la Universidad de Cádiz, en muchas conversaciones, me dejó constancia de su preocupación e interés por la consolidación de nuestra Universidad y de la enseñanza universitaria en general. En los últimos años, cuando a su labor como Diputado unió su alta responsabilidad en su partido, pese a que los contactos se espaciaron, los temas de conversación se mantuvieron y, a los temas sociales, políticos e históricos, se añadió el mutuo interés por el Bicentenario de la Constitución de Cádiz, asunto en el que tenía puestas muchas ilusiones, pues consideraba, y en ello coincidíamos, que la conmemoración debía servir para profundizar en el desarrollo de la libertad y los valores democráticos y en el fortalecimiento de los derechos y deberes de la ciudadanía.
Ahora, la Fundación Alfonso Perales Pizarro, que ha nacido para recordar y continuar con su labor social, ideológica y política, ha convocado un premio de Ensayo para trabajos que analicen, estudien o investiguen aspectos y temas relacionados con las Humanidades, y para mi es un placer colaborar con la Fundación que recuerda las inquietudes de un buen amigo.
www.fundacionalfonsoperales.com
Pues eso, Alberto, y te lo dice una a quien Alfonso siempre distinguió como "la romanista número uno" de la provincia...¡Qué tiempos tan bellos!
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